domingo, 12 de febrero de 2017

Ambulantes

Contar historias puede convertirse en un viaje donde por momentos te metés tanto que confundís si estás en tu vida o en la de tus personajes. Tus situaciones, sus espacios, tus miedos, sus glorias… una doble vida, en doble plano.

Contar historias en audiovisual debe ser entonces una situación llena de imágenes y sonidos. Quien da a luz a esas historias las ve y oye primero sólo en su cabeza y tiene el reto de transmitirlas a un equipo y una audiencia. 

Eso platicaba hace poco con Ricardo Landaverde, quien junto a más gente talentosa nos van a contar una historia en la pantalla grande a finales de año.

Están realizando “Ambulantes”, un largo made in El Salvador del que intento aquí contarles un poco.


Premio Pixels creado en administración Funes.

Pues resulta que hace unos ocho años existen los Pixels, unos premios, patrocinados por el Ministerio de Economía, que son un estímulo en plata a la creación audiovisual en el país. En sus palabras un apoyo a la industria creativa.

Enfocados en animación en su inicio, los premios inician en 2014 el apoyo a otro tipo de audiovisuales. Cortos, Largos, Experimentales…

El año pasado Ambulantes fue uno de los seis ganadores en la categoría audiovisuales y desde entonces hay un grupo de gente, muchos de Sensuntepeque, que están trabajando en la peli.

Junto con Arturo Reyes, con quien Ricardo se postuló a los Pixels, se funda en noviembre pasado Cayaguanca, una empresa con todos sus registros, haberes y deberes para producir Ambulantes.

La historia se ha venido desarrollando desde un corto llamado Taxiderales.

Ahora parece que ya hay un primer guion, co-escrito entre Ricardo y Leonel Novoa.

Ricardo me adelanto algo de la historia. Dice que inicia con un choque entre cuatro vehículos: un bus, una coster, un taxi y un sedán. La situación es confusa y todos los involucrados son detenidos. Hay cuatro versiones, cuatro puntos de vistas, cuatro historias unidas por ese choque.

Cómo recrear un choque... he ahí el dilema

Estefany Escobar, otro talento en cine de mi pueblo, también trabajará en la producción de la película. Ricardo me contó un poco del proceso de creación del crew y que con la lectura del guion, en los próximos días, inicia la pre-producción.

A inicio de mes hubo audiciones en La Casa Tomada, donde funciona la ASCINE presidida por André Guttfreund, el único salvadoreño en ganar un premio Oscar, en 1977 por el cortometraje “In the Region of Ice”.

Aquella noche que los visité, los cayaguanca (Ricardo y Arturo) me contaron muchas cosas del proceso y lo entusiasmados que están con el film. Ni todas se pueden contar aquí pero puedo decir que Arturo será un gran administrador y que Ricardo nos contará con arte sus historias.

Con Ricardo nos quedamos viendo una peli, como hace tiempos cuando éramos universitarios y compartimos apartamento.

La historia era de un desaparecido y las versiones de los involucrados. Una película japonesa de los años 50, que no recuerdo el nombre. Que sí recuerdo cautivadora, llena de imágenes y sonidos que me trasladaron a ese otro plano, el de la otra historia.

“No puedo dejar de pensar en la película”, me confesó Ricardo. Para mí que eso es buena señal. Suerte papa. 

2 comentarios:

Unknown dijo...

Guauuu eso q escribiste sobre tu casa está muy inspirador,. Aparte t hace sentir q nuestro país es un refugio y no zona de guerra del q todo el mundo quiere escapar. Pero sin dudarlo tú estás haciendo la diferencia totalmente hermoso

Eduardo Portillo dijo...

Gracias por tus palabras Wendy, dejaré el comentario aunque esté en la entrada equivocada, chis!