sábado, 10 de octubre de 2009

A Jarris


Hasta luego Jarris, donde quiera que estés te deseo lo mejor. En dos semanas llegué a apreciarte mucho por tu cordialidad y confianza. Pero dos semanas no bastaron para conocerte, ni saber qué querías, ni para dónde ibas. Puta, pensé que no querías contestarme el radio viejo, pensé que te habías enojado por algo... Me duele no haberme despedido de vos, pero me satisface que cuando te recuerdo te veo sonriente y con ánimos de la siguiente broma.

Aun no me lo creo... dezcansa en paz.

viernes, 2 de octubre de 2009

Ahuachapán pan pan pan!!!


Ahuachapán es una ciudad moderna e histórica. Hay dos semaforos. Ahí vivió el presbitero Isidro Ménedez, me lo contó con detalles Don Horacio Magaña. Los ausoles todavía son solo ilusión. Aun no conozco San Lorenzo, San Francisco Menéndes, que se llama así por que así lo quiso el general, ni San Pedro Puxtla. Fui a Tacuba donde visité las ruinas de la iglesia, una estructura antiquisima que pereció quien sabe cuando, hable con don Joel, el alcalde, quien firmaba páginas en blanco "para las referencias que le piden a uno", me explicó. En Tacuba también fuí a ver un muerto, un estudiante de 22 años que mataron de 16 tiros en una finca. Alex se llamaba. Desde Guaymango se ve la playa, hay un parque muy bonito que cuida un señor muy amable que me describió mejor que nadie las características del pueblo. Me dijo que la mayoría son católicos y que solo unos atarantados van a otra iglesia". Jujutla es como sensunte en chiquito por su forma de montaña rusa. El alcalde me pidió que no lo llamara por su nombre "aquí todos me dicen indio", me indicó. Llegar a Jujutla es una experiencia única con la naturaleza, la calle está topada de frondosos árboles que son como cortinas que cubren los cafetales, hay cascadas, se escuchan los pájaros y y después de los cuatro metros del suelo hay niebla. Turín es chiquitillo, es como el hermanito menor de Atiquizaya, que está a la par. El Refugio, que está un poquito más adelante, también es chiquito, ahí tampoco conozco, he pasado, pero no me baje del carro. En la carretera que cruza estos tres pueblos hay muchos accidentes y atropellados, los carros van rápido, yo que soy lento voy a 120 km/h. La única alcaldesa de Ahuachapán gobierna Atiquizaya (Atiqui es el disminutivo). Se llama Ana Luisa y usa botines. Atiquizaya es el municipio más violento del departamento, según me han repetivo los policías. "Se mata mucho la gente", pregunté. Hay se va a dar cuenta me dijeron. Apaneca es la primera ciudad que uno encuentra cuando va de Sonsonate. Está en la cima de un cerro. El Tigre es el alcalde. La gente es muy cortez en Apaneca, te saludan como si te conocieran de siempre. Lo mismo pasa en Ataco. Hay dos Atacos por cierto. El de Lunes a Viernes y el de fines de semana. El primero es un pueblito tranquilo. Casi no hay carros. Es raro verlos. Cuando sí se ven y de todo tipo es el fin de semana. Camionetas de lujo mas que todo. Apaneca y Ataco fueron los primeros pueblos que conocí. Hasta pensaba que solo eso era Ahuachapán. Ahora sé que es mucho más y aún me falta un mundo que conocer, La Hachadura, Cara Sucia, los manglares, la barra de santiago, los ausoles. Aún no he ido a un beneficio de café, pero hoy me tome los tres mejores de mi vida, primero porque me los preparo un barista profesional y segundo porque fueron gratis. No acabáría esta noche de contar tantas cosas y tanta gente que he conocido de Ahuachapán. Sigo luego.

Guayo