miércoles, 6 de junio de 2018

Techo vivo

Las tecnologías apropiadas reutilizan energía y respetan las leyes del ambiente. Mi casa estrena este invierno un techo vivo. Al 2 x 1, como las donas: techar el área de baño y crear un jardín sobre ese tejado. Funciona. Como funcionan los otros métodos que mantienen a Tamarindo, casa sustentable. Esta es la historia.

Hierba buena. Excelente en mojitos y salpicón.

La ducha de mi casa es al aire libre. Cuando me baño, en lugar de paredes y azulejos me cubren matas de huerta. No tengo intimidad, cualquiera puede ir pasando y tratar de ver algo por entre la Cerca viva y las bananeiras. No sé si ha pasado o si pasa, a mí la ducha me da confidencia ante la desnudez.

Tampoco es que sea exhibicionista, más bien mi ducha está en proceso de construcción. Está inacabada pues. Le falta otra vegetación que cubra mejor el espacio. Plantas de sombra, macetas colgantes con Colas de ardilla… ¿Qué tal orquídeas?

Sin embargo, bañarse mientras llueve no es muy chistoso. Al principio cubrí la ducha con unos pedazos de costanera, vara de bambú y lámina, una mediagua que al año comenzó a deteriorarse debido a la humedad.

Quise entonces crear un nuevo y definitivo techo para mi cuarto de baño. De inmediato aparecieron ante mí los techos vivos. En Piracanga había visto ya uno. Aquel era de madera y desaguarlo no era del todo fácil.

Pensé en usar concreto. Diseñé pues un pequeño plafón, con una inclinación para facilitar la salida de agua.

Dividí el planchón, de menos de 3 x 3 metros, en cuatro jardineras o arriates para cultivar ahí un pequeño jardín, las divisiones están hechas con dos hileras de ladrillos de obra pegados ¨de lazo¨. Las jardineras tienen pequeños agujeros, del tamaño de un vaso, que hacen la función de drenajes.

Le platiqué la idea a don José, un nuevo albañil que encontré en mi comunidad y que entendió de una de qué se trataba la vaina. Trabajamos durante un mes, exactamente diciembre del año pasado. El techo estaba listo para preparar el suelo.

Un plástico que funciona como membrana impermeable.

Hoyitos en cada jardinera como sistema de drenaje.

En internet vi que había tres tipos de techos vivos: intensivos, semi intensivos y extensivos, esto depende de la profundidad del medio de cultivo y del grado de mantenimiento requerido.

Un techo extensivo es dejar que cualquier planta crezca y se mantenga salvaje, uno semi intensivo podría ser con grama y uno intensivo en aquel donde se cultivan plantas ornamentales o alimenticias.

La información en la web también repetía la importancia de una membrana impermeable y capas que faciliten el drenaje y que funcionen como barrera para las raíces.

Decidí únicamente usar un plástico, que venía con unas colchonetas, como membrana y barrera de raíces. El resto, es decir el drenaje, consistía en los hoyitos pre fabricados en las jardineras. Esto sería una prueba, con ideas de que tal vez algo fallara.

Lo fui rellenando de a poco con el abono que preparo a base del compostaje producido en el Baño seco. Luego vino la prueba de fuego, o más bien de lluvia.

Después de una recia tormenta quedó demostrada su efectividad. No se inundó ni se rebalsó. El agua se filtró de a poco, en cuestión de un par de horas. Prueba superada, llegó entonces el momento de plantar.

Jengibre: expectorante natural y muy usado en recetas de cocina.

Sembré plantas que se reproducen con facilidad: Jengibre, Hierba buena y Zacate limón. En la cuarta jardinera estoy experimentado con tomates. Estos alimentos y medicamentos tienen poco más de un mes trasplantados y ya ven lo alegre de su verdor.

Además de la Cerca viva y el Baño seco en Tamarindo también hay una Turbo cocina, Energía solar, Círculos de bananeiras y se desarrolla un Bosque comestible.

Mi casa es un centro de tecnologías apropiadas que busca generar conciencia ambiental. Cuando quieran vengan a conocer y platicamos sobre estos procesos. 

Al medio ambiente no deberíamos celebrarlo un único día. Deberíamos de celebrarlo, protegerlo y aprender de él todos los días.