domingo, 15 de marzo de 2015

Energía Solar

Sol ardiente de marzo.
El Sol es una enorme estrella de fuego en erupción que, entre otras cosas, permite el milagro de la vida en la Tierra. Nos separan casi 150 mil millones de kilómetros por lo que su luz tarda poco más de ocho minutos para llegar a la superficie terrestre y que sintamos su calor.

Es el astro rey, el de mayor brillo aparente en el cielo. No es de nadie y es de todos. Es inevitable. Quema y hasta enferma. Además nos broncea. Pero sobre todo es gratis, como las mejores cosas de la vida. El Sol es fuerza. Energía, del tipo renovable, que sabemos transformar. Es además puntual. Viene y se va todos los días.

En el centro de América gozamos de este recurso casi todos los días del año. Según el mapa de irradiación solar de El Salvador, en Guaco recibimos entre 4.69 y 4.92 KWh/m2/día, esto es mucho Sol si lo comparamos con el 3.3 que hay en países como Alemania o Japón. Los primeros días del pasado mes del amor instalé un Sistema de Energía Solar en Casa Tamarindo. A un mes, puedo decir que no se trata de magia, que es barato y una gran solución.


Tengo un sistema fotovoltaico aislado que genera hasta 400 watts/h. Mis necesidades actuales son básicas así que estoy generando energía de sobra. Tengo instaladas cinco lámparas que juntas consumen 23 watts/h y cargo mi SmartPhone y un radio que deben absorber unos 50 watts/h. Calculo que gasto el 25% de lo que mi panel genera.

Las opciones comerciales para optar a esta energía en el país aun son caras. Hacerlo por cuenta propia tiene más cuenta. A mí me salió en 40% de lo que una empresa usualmente cobra por un sistema similar. Gasté $406. Encontré a Perey en las profundidades de El Carmen, en Ilobasco. Él tiene experiencia y fabrica paneles solares. Tan eficientes como los de fábrica, pero hechos en casa. Artesanales.

Panel genera entre 100 y 140 watts/h.

El panel tiene 36 celdas que captan, a través del silicio, el calor. Esa energía pasa por un Controlador de carga antes de ser almacenada en una Batería. En ese banco se conecta un Inversor que transforma la energía de DC a AC y donde puede conectarse cualquier electrodoméstico, dependiendo del wattaje del Inversor. El mio levanta motores de hasta 400 watts.

Panel artesanal, Controlador e Inversor de segunda mano, Batería para carros, lámparas LED, mano de obra local... no se trata de miles. Gasté $406. Como ya dije la Energía Solar no es magia. Ahora no es muy popular, pero quizá tenga un boom cuando le carbón se agote. Yo la estoy usando ya, chis, y estoy contento con ella. Buenas noches.   

Lámparas LED.

domingo, 8 de marzo de 2015

Tikal

Templo I (Gran Jaguar), Gran Plaza y Acrópolis Norte.

El pasado enero tuve el chance de regresar al sitio arqueológico Tikal, en Petén, al Este de Guatemala. Ya cuando adolescente estuve por allá en una restrictiva excursión que no dejaba hacer mucho, esta vez sin embargo disfruté con mi ser amado de un esplendido Júpiter de Miel que nos llevo a recorrer la más antigua ciudad Maya con más desenfado y conciencia. Volví a sentirme en una metrópoli cuando desde el Templo IV vi surgir la cima de otros Templos que flotaban sobre la selva.

Ir desde El Salvador no es nada complicado. Yo fui de carro, pero sé que hay servicio de autobús desde San Salvador hasta Flores, la capital de Petén. Salimos por la frontera Anguiatú (Metapán) y nos quedamos el primer día en Río Dulce (Izabal). Al siguiente día llegamos a Flores donde también pernoctamos para hacer turismo y visitar parientes. El Parque Nacional Tikal está a 64 kilómetros de la pequeña isla de Flores.

Al día siguiente ingresamos a Tikal a las 3:00 PM, es conveniente entrar a esa hora y pasar la noche en el parque que está abierto de seis a seis. En Tikal hay hoteles y hospedajes, también se puede acampar, nosotros hicimos eso por un costo de $6 por persona. Una visita de un día resulta muy cansada. Son 16 km2 de parque por recorrer. El costo individual de la entrada es de $20, por un par de horas o por quedarse a dormir.

El primer día solo caminamos un par de kilómetros hasta la Gran Plaza y, aunque estaba prohibido, esperamos ahí hasta las 6:30 PM para disfrutar del lugar iluminado por la luna. Fue mágico. Valió la pena salir en aquella oscurana oyendo la selva. El día dos nos levantamos temprano y desayunamos sobre la Acrópolis Norte, donde funcionaban las oficinas del gobierno Maya. Caminamos mucho y aun así dejamos pendientes algunos Templos y monumentos.

Treinta y tres reyes sucesivos gobernaron Tikal en un período aproximado de 1,500 años. Hace unos mil años los Mayas abandonaron esta ciudad. Simplemente se fueron. Chis. Las ruinas de aquella urbe fueron descubiertas hace apenas 167 años. El parque funciona desde los años 50. Lo que ahí hay es majestuoso. Te hace reflexionar, pensar en aquellas personas, quizá tus antepasados. Me gustó imaginar en su cotidiano. Me gustó  imaginar que pisamos el mismo suelo y admiramos la misma luna.

Templo V. Uno de los mejor conservados.