jueves, 13 de enero de 2011

Baño de pueblo


¿Ya se ha dado usted un baño de pueblo?... ¿No?, pues bueno, se lo recomiendo. Yo crecí dándomelos allá por los cuatrocientos cerros, pero eso se acabó demasiado pronto, demasiado. Hoy abro la ventana de My office y dejo que el pueblo me hable mientras escribo, que me diga cómo le va, qué ha hecho, quién ha venido o quién se ha ido. Hoy a las 9:29 p.m. del jueves 13 de enero del 2011 me dice que tiene tres días silbando, y que todos le han oído. Lo repiten: “Huy que frío vea!”. Pero bueno, es parte del show. Volviendo a lo del Baño de pueblo, se trata de un paquete turístico que yo lo he convertido en un paquete de vida desde hace ya 468 días, en el paquete de mi vida a mis 28 años, en lo que me ha tocado vivir en esta época de la humanidad. Este paquete es completo, incluye ideas, forma de vida, amigos e intereses nuevos. Un universo desconocido que me ofrece estos momentos para pensar en idealismos personales. Un lugar donde hay que nadar en auténtico pueblo, que se desborda cada vez que abro la puerta. Afuera la fauna es diversa, tipo África. Yo los clasifico como la “gente de la montaña” y los que “han sido llamados por la montaña”. De cada lado son variopintos. Todos saben de los Baños de pueblo, pero pocos reconocen que es un baño el que se están dando. Yo los he identificado y me los doy de vez en vez cuando amerita ducharse. Salgo sin rumbo, literalmente a dar una vuelta, haber a quien veo.

“Buenas tardes joven”, lo primero, “Buenas tardes, que le vaya bien”, “Gracias, igual”. Al fondo se oyen los cohetes, es la entrada del cantón anunciando que va saliendo hacia la cofradía. El santo le responde con otro cohete. ¿Qué tiene de comida seño? Hay lengua envuelta en huevo, rellenos de coliflor y sopa de pinol, Mmm… de esta lengua deme. Caballero, caballero, caballero, venga, qué tal, cómo está, días de no verlo, mire, mire, mire, no tendrá una monedita por ahí, pa´echarme un trago, viera que jodido ando. ¿Tiene cigarros?, No, no vendemos eso, Y por qué, Porque somos evangélicos… silencio, Por qué (tontera de insistir)… otro silencio, Porque somos evangélicos, Ah bueno. ¿Cómo sigue su pierna?, Mejor, Gracias a Dios vea, No son unas pomadas que me estoy poniendo todas las noches, viera que bien me están cayendo. ¿Tiene pupusas? Ahorita solo de papelillo, Mire y no volvió hacer de Tenquique con queso, No usté muy caro, no lo paga la gente, A pues deme tres de papelillo para comer aquí y me da tres dólares de las revueltas de a cora para llevar. Atención, atención, a este servicio social, la familia de quien en vida fue Fulano de Tal invita a la velación de sus restos mortales en donde esa su lugar de residencia. Buenas, ¿tiene pan?, Sí cuanto quería, Una cora de ese larguito deme, ¿No trae bolsa?, No, Aquí hay que traer bolsa, sino no le vendemos, Ahhh, no sabía, Hoy le voy a vender, pero si quiere mañana trae bolsa, Ok.

Así son los Baños de este pueblo y como ya dije, me los doy en vez en vez, cuando amerita, cuando me llama. Y mientras las horas pasan, el pueblo sigue ofreciendo sus baños, hoy sigue silbando y meneando las ramas para ver si además de oírlo lo escuchan, para ver si alguien le pone cuidado. Silencio, viento, pueblo, Baño de pueblo.