lunes, 14 de mayo de 2012

Haciendo casa

Imaginarse cómo será la casa de uno da ansias. Uno mira algo que le gusta y dice “algo así voy hacer (o poner) en mi casa”. Es como ir componiendo un rompecabezas, pero al gusto del cliente. Yo me vine de Saint Vincent decidido a hacer la mía. Voy lento, pero hay voy. Como hormiguita de invierno, pero hay voy. No encontrar maistro de obra no me asustó. Mi lema es “No creo que sea tan difícil” (www.taishin.org.sv).


(Susurro) “Ahí va el muchacho colocho que está haciendo casa”




Willian el albañil buscándole "el rostro" a la piedra.

Lo primero que hice fue cercar el terreno con brotones de Jiote y Tempate. El cerco está bien chulo porque todos los palitos se pegaron. Bien me dijeron “es que este es el tiempo para sembrar ejos bolados”.

Luego hice los cimientos de la casa  porque “una casa sin cimientos es como un árbol sin raíces”. Para esta ardua labor me ayudó el primo René y un albañil aficionado a “12 Corazones”, “Quien quiere ser millonario” y “Trato hecho”.

Hicimos unos grandes zanjos y los rellenamos con piedrotas y concreto. “Han quedado tan fuertes como para una casa de dos plantas”, me ha dicho mi maestro de albañilería.

Haciendo los cimientos estaba cuando me percaté que no podía hacer una casa sin agua. Digo con agua propia y de preferencia en el lugar.

Me eché esa otra misión con unos vecinos: Chevo el inmigrante y el hermano Tito. Chevo cortaba melones en Mendota (California) y Tito salió del penal convertido al evangelio. Los contraté de inmediato.

Al segundo día me dijeron que mejor les pagara por tarea. Como así les pregunté, chis. Puesi por tarea, me dijo, por siete metros de zanjo tantos dólares, o sea el pago de un día, pero si termino la tarea antes, pues me voy antes, chis, me respondió. 

Volvimos hacer zanjos. Conectamos cañerías. Me estrené como fontanero y aunque aún no he abierto el grifo, sé que ya tengo agua, siento esa satisfacción. Porque cuesta tener la agüita en la casa. Es un lujo en este planeta que debemos tomar con responsabilidad.

Ahora estoy haciendo los adobes de mi casa modelo TAISHIN. Las lluvias no me ayudan porque se lava la tierra y sin sol no se secan mis adobes… Lo que le digo a la gente es que “hoy ya me subí en el macho” y que espero celebrar los 30 en casa.