martes, 14 de enero de 2020

Conchagua

Este es el volcán de moda en El Salvador por su espléndida vista al golfo de Fonseca. Inauguro el 2020 con este post donde explico las opciones para visitar al guardián costero del departamento de La Unión.

Amanecer 06-01-2020 desde volcán Conchagua, La Unión, El Salvador

El volcán de Conchagua siempre ha tenido una fabulosa vista al golfo, pero su popularidad es reciente. Lo que pasa es que muchos desconocemos su atractivo, quizá por la lejanía de la capital (aproximadamente a 190 kilómetros) o porque otros destinos volcánicos como el Boquerón (San Salvador) o el Ilamatepec (Santa Ana) son más sonados a nivel turístico.

Hace un par de años esto comenzó a cambiar. El guardián del golfo, como se le conoce, se ha vuelto muy notorio gracias a un espacio construido por un ambicioso empresario.

Se llama Espíritu de la montaña el mirador donde cientos de nacionales y extranjeros van a tomarse selfies para publicar en sus redes sociales. Pero en el Conchagua hay más que ese observatorio, como voy a describir más adelante.

Cómo llegar

Para subir el volcán no es necesario ir al pueblito de Conchagua o a la acalorada ciudad de La Unión. Hay un bypass que evita esos destinos y lo conduce a uno en dirección al abandonado puerto Cutuco. Luego de un par de kilómetros en esa vía, a mano derecha, está el desvío y una señal que dice: 12 Km VOLCÁN DE CONCHAGUA. 

A partir de ahí la calle es pavimentada únicamente por tramos y comienza el ascenso. Se pasa por tres poblados: Amapalita, Yologual y El Faro. Unos seis kilómetros después se llega a un portón donde hay un rótulo de madera donde se lee: Bienvenidos al área natural protegida complejo Conchagua.

Hasta ese portón, todo bien en cualquier tipo de vehículo, incluso hay servicio de transporte público hasta ese punto. Luego se recomienda un carro 4 x 4, pero esto no es ley. Con mi novia nos aventuramos en mi pick up, un Tacoma automático 4 x 2, y no tuvimos inconvenientes. No recomendaría de ninguna manera subir en un carro tipo sedán. De pronto sí sube, pero el carro sufriría demasiado.

Pues bien en el mentado portón se pagan $5 por cada vehículo que ingresa. Este cobro lo administra una cooperativa local. Me imagino que la comunidad, con el visto bueno de las autoridades, aprovecha para también sacar tajada de los turistas. Yo lo veo bien y creo que si uno va caminando ese cobro no existe.

Sobre ir caminando, no invito a esa hazaña de ninguna manera. A partir del portón el panorama es desolador y las cuestas son empinadas sobre una calle empedrada. No me imagino subiendo los seis kilómetros restantes con todo mi equipo de camping. Pero bueno para gustos los colores, yo aquí únicamente les dejo el dato.

Un abandonado parque nacional

Unos tres kilómetros después se encuentra otro rótulo: Turista, te encuentras en volcán de Conchagua. A 1157 msnm se trata de la entrada a unas desoladas instalaciones gubernamentales administradas por el ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN). Se trata de la entrada al parque nacional Conchagua, si le queremos llamar así. 

Digo desoladas instalaciones no solo por los rótulos despintados, sino también por la poca afluencia de turistas a ese lugar. La moda de ir al volcán de Conchagua es ir al mirador Espíritu de la montaña y no a estas instalaciones mal administradas por el gobierno.

Ese primer día seguimos hasta el mirador de moda, pero al día siguiente bajamos para conocer el parque nacional, porque nos dijeron que también tenía una vista que valía la pena. Antes del famoso mirador el parque era el único destino en el volcán de Conchagua.

Al llegar ahí un despistado vigilante nos indicó los precios: $3 por el ingreso de nacionales y $5 si se quiere quedar acampar. También hay cinco cabañas que huelen a hollín donde por $25 se pueden hospedar cuatro personas. Las cabañas tienen sanitario y ducha.

Pues bien, nosotros solo pagamos el ingreso, preguntándonos si realmente no estábamos botando dinero. Caminamos un par de kilómetros hasta el mirador principal y nos dimos cuenta que la vista sí es mejor que la del Espíritu de la montaña, más amplia y con una panorámica de la ciudad de La Unión incluida.

Golfo de Fonseca desde mirador del parque nacional Conchagua

Ahí me pregunté ¿cómo es posible que el gobierno se deje ganar el mandado por la empresa privada? Yo mismo me respondí: esto no es nada nuevo. Cuando regresamos del mirador, únicamente una familia almorzaba en el parque nacional. Muy poco, en comparación con las más de 100 personas que habían acampado una noche antes en el mirador privado.

El MARN debería tomar cartas en el asunto y devolver la vida al parque nacional. Aprovechar la fiebre de los selfies. Lo juro, el parque tiene mejor vista que el famoso mirador, pero hace falta mejorar las instalaciones, revitalizar esa fuente de ingresos. Ojalá Nayib lea esto y ordene las mejoras desde twitter.   

Espíritu de la montaña

Hace unos cinco años, Luis Díaz, propietario de la finca San Cristóbal, comenzó a construir el mirador Espíritu de la montaña. La finca está un par de kilómetros más arriba del parque nacional. El mirador es un entarimado de madera al bordo de esa cima que ofrece la mediática imagen del golfo y sus islas.

Este empresario también ha construido cabañas, donde por el momento únicamente pernoctan sus empleados, y se nota el mantenimiento que le da a algunas áreas de jardín. El destino turístico, que abrió al público hace unos dos años, aún no está listo para el flujo de personas que recibe. Por todos lados se ve que continúa en construcción.

Por el momento hay únicamente un sanitario habilitado, el sábado que llegamos habíamos más de 100 personas instaladas y una fila de hasta 10 urgidos esperando para usar el baño. Hay otros servicios higiénicos encaminados, además de un restaurante, que se espera estén listos a finales de este año cuando el lugar se inaugure oficialmente.

Ni se les ocurra pensar en ducharse ahí. Tanto el agua (lluvia) como la energía (solar) son cosas limitadas. Nosotros nos dimos un baño francés con una cubeta de agua y cargamos nuestros teléfonos a escondidas. 

También se construye un acceso de concreto que permitirá la accesibilidad a todos, por el momento hay que caminar un par de cuadras desde donde se deja el carro hasta el mirador.

Hay una tiendita que vende cosas básicas como café y golosinas. También se ofrecen desayunos y cenas que no llegué a degustar porque me advirtieron que la comida era insípida y que lo mejor era llevar mi propio bastimento.

No me gusta juzgar algo que desconozco pero mi franca recomendación es llevar su propia comida fría para no pasar hambre en caso que se decida acampar.

La entrada al mirador cuesta $5 y acampar $2. Nosotros nos quedamos dos noches y únicamente pagamos los $7 por persona que cancelamos el primer día.

Un perro husky de nombre Ranger y una cabra llamada Blanquita son las mascotas del lugar.

Una última cosa, si se quedan acampar no lo hagan en el entarimado, el viento allá arriba sopla fuerte entre octubre y febrero. Los que no aseguraron bien su tienda de campaña tuvieron que desmontarla a media noche.  

Photo by Mayra Arely Méndez

En el Espíritu de la montaña hablé con don Oscar, uno de los empleados que amablemente me dio muchos de los datos que aquí comparto. Me explicó por ejemplo que el mirador cuenta con un servicio de trasporte desde La Unión.

Por $15 te suben y te bajan del volcán en un camión tipo militar al que le dicen “Conga”, este precio además incluye el costo de la entrada y el camping. Para reservar cupo hay que llamar al 7484 9950 y adecuarse a sus horarios.

Gracias a las indicaciones de don Oscar también pudimos subir al cerro Ocotal, o cumbre conocida como “las antenas”, a 1225 msnm y el punto más alto del Conchagua que ofrece una panorámica del volcán Chaparrastique (San Miguel).

Volcán Chaparrastique (San Miguel) desde cerro Ocotal o cumbre "las antenas"

Pues bien, pueden ir al parque nacional o al Espíritu de la montaña. La cuestión es que el Conchagua es un destino sumamente recomendado al que se puede acceder con un bajo presupuesto y no necesariamente en tours carísimos, de hasta $250, como sugiere el sitio trip advisor.  

Fonseca era el apellido de un sacerdote español, de los que hace 500 años vinieron a colonizar estas tierras. Ver el despertar de un nuevo día desde el Conchagua y tener enfrente a las aguas del golfo es maravilloso. Visualizar desde un punto los territorios de tres países (El Salvador, Honduras y Nicaragua) también es algo único.  

El entrante de agua, con sus aproximadamente 3200 kilómetros cuadrados, y su archipiélago parecen sacados de la caricatura de Goku. Vayan. No se van arrepentir.

Golfo de Fonseca. Fuente: NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration)