Las crisis en el mundo se ven más claras en mis países. Mios, porque considero hermanos a los chapines, catrachos, nicas, ticos y canaleros.
Las crisis aquí se ven como la carne cruda: sangrosa y temblorosa. Las crisis, como en todo el melón, son de todos porque las hicimos todos, no es culpa de nadie y es culpa de todos.
Como "tercermunistas" (maldito término) tenemos similares condiciones y necesisades. Nos parecemos. Como seres humanos, cuando queremos quitarnos algún porrazo o buscar tranquilidad en el caos, nos acercamos a nuestros semejantes, a nuestros amigos, a nuestros hermanos. Ya en el grupito uno agarra valor, ya nos miran los del mundo 1, los del mundo 2 no sé porque asaber cuales son.
Somos tan chiquitos y tenemos una voz tan finita que nos toca gritar juntos para que el mundo nos eche un ojo. Quien dirige Nicaragua por lo visto poco entiende esto y hace que el más grande, por lo menos en territorio, de los paísitos centroamericanos se vea como el pelión de los seis.
Es el único país del istmo que aun no reconoce a Lobo como presidente de Honduras, se discute con Guatemala por el comercio de carne, critica la relación Costa Rica - Colombia y lo más bochornoso en estos días, no asiste a una reunión de alto nivel con la encargada de las relaciones exteriores de los United States.
En su lugar el presidente parece bailar la canción de Chávez, que no digo que sea una mala canción, a muchos les gusta. El problema es que pareciera que Nicaragua asume lo dicho en Caracas no por determinación propia. Algunas decisiones parecen caprichos y eso sí que es grave. Jode la unión que los otros cinco puedan procurar.
Volviendo al tema de las crisis, yo creo que una integración y un verdadero apoyo entre hermanos nos daría confort para esquivar o aguantar los porrazos que llegaron para quedarse y los otros que se avecinan. Esos mismos porrazos que para muchos en Centroamérica son como si el fin de su mundo ya hubiera comenzado.
Ortega debería de pensar más en su gente, en su país. Escucharlos antes de tomar decisiones egoístas. Debe ponerse las pilas para que no se cumpla el dicho del papá de un conocido: "El fin del mundo va empezar en Nicaragua".
