“Para entrar al Nirvana el primer paso es entrar consciente
al sueño”, Buda.
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La OISS es un movimiento espiritual de origen hindú que
tiene como guía las enseñanzas del maestro Sathya Sai Baba. La sabiduría de Baba
ha llegado a muchos rincones del planeta, incluyendo a nuestro país y casualmente
también a mi pueblo Sensuntepeque.
Fui Balvika, nombre dado a los hijos de los devotos,
y continúo reuniéndome semanalmente con un pequeño grupo. A veces nos juntamos
todos los devotos del país, de la región o del planeta.
“Ser santos no es el privilegio de algunos, es el deber de todos”, Madre Teresa. |
La meditación es fundamental en las religiones y en las
prácticas espirituales de la India. Para los devotos de Baba meditar es
conectarse con Dios. Un acto donde se aquieta la mente para pensar de manera
correcta y tomar decisiones adecuadas. Saber meditar nos acerca a la
Realización, que es el objetivo de todo devoto.
Durante el retiro, Edelio nos habló de cómo mejorar nuestras
meditaciones.
Empezó diciendo que el corazón determina al cerebro y no a
la inversa como se creía. Esta afirmación ha sido confirmada científicamente,
pero muy pocas personas lo saben.
Conscientes de esa realidad, nos dijo luego que el
ingrediente más importante de la meditación es el amor.
Nos explicó que la variabilidad de la frecuencia cardíaca del
corazón produce señales ascendentes y que esas señales forman ondas que pueden
transmitirse. Así, aunque parezca increíble, los seres humanos somos capaces de
modificar fenómenos naturales o sociales con el simple y complejo hecho de
tener consciencia de esas transmisiones.
Esto funciona igual que las ondas electromagnéticas usadas
en la radiodifusión, los teléfonos celulares o el Internet donde hay un emisor,
un receptor y antenas para transmitir y recibir los mensajes.
“Aquellos que me
busquen sin descanso;
poseedores de verdad, rectitud y amor me alcanzarán”,
Sathya Sai Baba.
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Luego de ofrecernos ese contexto, Edelio nos ayudó a
entender cómo mejorar nuestras meditaciones. Una de sus principales sugerencias
fue ser cuidadosos con respecto a los alimentos que consumimos. “Si controlamos
lo que comemos será más fácil controlar lo demás”, dijo.
La tradición hindú reconoce tres tipos de alimentos:
sádvicos (equilibrio), rajásicos (pasión) y tamásicos (inertes). La
alimentación para tener mejores resultados en la meditación debe ser sádvica.
Esto va más allá del vegetarianismo o el veganismo. Una dieta sádvica es un
régimen con el 80 % de alimentos crudos.
Alimentos ofrecidos a Dios, puros, naturales y frescos.
Semillas y legumbres germinadas. Una sola comida al día y nunca comida
recalentada. Mucho cuidado con la forma de preparación, los utensilios y las
intenciones de las personas que sirven la comida.
Como se imaginan, este régimen puede parecer una locura en
nuestra sociedad, pero en India, y en otros lugares del mundo, hay mucha gente
con un alto nivel espiritual que lo mantiene.
Suculenta |
Además de la alimentación, Sánchez sugirió que al meditar
busquemos un ambiente tranquilo, sin interrupciones de ningún tipo. Sentarnos
cómodamente colocando un aislante entre nuestro cuerpo y el piso (una silla, un
cojín o incluso un pedazo de tela doblada).
Reposar las manos sobre las piernas en forma de Gyan Mudra,
esto es juntar las puntas del pulgar y el índice para formar un círculo y
extender los otros tres dedos, dejando la palma estirada.
Poner la lengua atrás de los dientes superiores y respirar
tratando que el ritmo y la cantidad de aire al inhalar y exhalar sea el mismo,
de forma natural.
Lo siguiente es reducir el número de respiraciones. Si
normalmente respiramos (inhalar y exhalar) diez veces por minuto podemos
intentar reducir ese número a ocho, seis, cuatro o inclusive únicamente dos
veces por minuto o hasta quedarnos en apnea (sin respirar).
Sin embargo, es muy inspirador asistir a retiros como al que fui a Pana. Doy gracias por conocer una pizca de esta sabiduría y poderla compartir con ustedes, mis lectores.