martes, 30 de abril de 2019

Matsés

Conocer sobre los Matsés no fue casualidad. En Cusco tuve la oportunidad de ir a una exposición de fotos que da pinceladas sobre su forma de vida. Hoy les comparto esta información por si al igual que yo son tocados por ella.
  
Tuve el chance de asistir a la inauguración de "Matsés: Time Is Life" una muestra fotográfica de Tui Anandi y Mike Van Kruchten que tuvo lugar en el museo Convento de Santo Domingo, Qorikancha, en Cusco, Perú, del 21 de marzo al 29 de abril.

No tengo más que algunas fotos de la expo y esta información que a continuación transcribo. Ah, también tengo las ganas de ir a conocerles y convivir con ellos.

Matsés significa simplemente persona

Al igual que muchos grupos indígenas, los Matsés habitan en un espacio de liminalidad (cuando no se está ni en un sitio ni en otro), con los pies en dos mundos: el pasado y el futuro, el bosque y la máquina, un modo de vida antiguo y los problemas modernos, la atemporalidad (aquello que está más allá del tiempo) y el límite temporal. 

Es el concepto de Tiempo la inspiración para la exposición "Mastés: Time Is Life": ver al Tiempo como algo subjetivo y experimentado por los Matsés sin restricciones; cualitativamente distinto a nuestra concepción lineal del mismo.

Ver al Tiempo como un factor decisivo del destino, por que tanto nuestras acciones como las de los Matsés determinarán el futuro de un largo linaje de portadores de cultura y protectores de la selva. Ver al Tiempo como contenedor de vida.

Con una población aproximada de 3500 personas, los Matsés defienden más de un millón de hectáreas de la selva amazónica. Dentro de su territorio se encuentra parte de la Reserva Indígena Valle del Javari, que protege al mayor número de grupos no contactados en aislamiento que quedan en el mundo.

Esto sitúa a los Matsés como guardianes y puentes entre dos formas de vida divergentes y es un vivo ejemplo de una sociedad que integra ambas.

Amazonas


Mapa de la Reserva Indígena Valle del Javari

Los Matsés a menudo son conocidos como el "Pueblo Jaguar", bajo el concepto erróneo de que los ornamentos que las mujeres insertan en sus fosas nasales están destinados a representar los bigotes felinos. Los Matsés afirman que estos adornos y sus tatuajes faciales son simplemente marcas que los identifican como pertenecientes al grupo étnico Matsés.

El nombre Matsés es un exónimo (denominación con la que una comunidad de hablantes se refiere a algo que se encuentra fuera del ámbito de influencia de su propia lengua) adoptado por ellos mismos, es una palabra que originalmente solo significa persona o personas en su lengua madre.

En 1976, solo quedaban unos 820 Matsés. Desde entonces, la población Matsés se ha triplicado en las últimas cuatro décadas. Este resurgimiento, en un mundo que pierde un idioma cada dos semanas, es algo altamente inspirador. 

Es también el testimonio de la fortaleza, la capacidad de resiliencia y la devoción de un pueblo que se niega a ser sofocado. Es la evidencia que repudia la narrativa de que el destino de la Amazonia y sus pueblos indígenas ya ha sido sellado.

Incienso 

Durante la inauguración

Tejiendo

Qorikancha

Redes para pescar

Los tatas transmisores del conocimiento

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