Hablemos de pupusas. Me puse a pensar en lo que podríamos llamar: el diario de una pupusera; o hablar sobre la elaboración y los ingredientes. La técnica tal vez. Me parece importante porque es un patrimonio que nos pertenece; si algo nos caracteriza como salvadoreños es nuestro plato nacional. El post de estos calurosos días de marzo. Bienvenides otra vez.
Les esperamos viernes, sábado y domingo |
Estamos haciendo pupusas para vender y ya a este level nos gustaría ofrecer la mejor
pupusa que podamos hacer en base a nuestra experiencia y paladar. Nos hemos adaptado
a los precios del mercado y hemos logrado elaborar con calidad y frescura de
ingredientes un resultado que nos satisface.
Veamos los ingredientes, primero el queso, hay que ponerle
quesillo y luego se le raya queso duro, el de su preferencia, igual la cantidad,
al gusto. Si le van a poner loroco o ayote tiene que ser fresco, excelente si
es rayado o picado al momento. Se mescla todo y se hace algo como una
pechuguita de queso.
Aquí en la casa la especialidad son las pupusas hechas con
harina de arroz, pero también las hay de maíz si es el gusto del cliente.
Aclaro que no son las de maíz original, es decir el maíz que se pone a coser y
luego se lleva al molino. Evitamos ese trabajo porque nos es más fácil comprar
la harina. Así que si su gusto es exigente no podemos más que comprender.
Seguimos con el chicharrón que solo lo puede procesar el
molendero de tu vecindario. Al molerlo le puedes poner unos trozos de tomate,
cebolla, chile verde, e incluso un par de panes o papas cosidas eso también cuenta
para lograr el sabor y textura que buscamos, pero no debes abusar de los
ingredientes.
Mi favorita es de Chicharrón con queso |
El curtido y la salsa también son de vital importancia. Desde el corte del repollo, la selección de los ingredientes y condimentos propios de esa “ensaladita” que dicen los extranjeros; el tipo de cocción que tiene o no. Hay quien le gusta el curtido fresco y otros que lo prefieren más curtido (podrido). A la salsa hay que ponerle suficiente ajo, unas hojas de albahaca fresca, un poco de chile y cebolla, sal y pimienta al gusto. Un poco de zanahoria, solo para espesar un poco.
Los frijoles los cosemos en hoya de presión. Les ponemos
ajo, cebolla y cúrcuma. También es trabajo del molendero conseguir la textura
de este vital ingrediente de las auténticas pupusas salvadoreñas. El frijol
y el chicharrón se enduran en una
cacerola con un poco de aceite, seguimos buscando textura para dejar todo listo
y empezar a echar pupusas en la plancha.
Una vez frente a la plancha caliente hay que mover las
manitas con harta habilidad para envolver con la masa todos los ingredientes
que el cliente exige. Es como hacer un huequito, poner los ingredientes
adentro, cerrarlo y luego aplastarlo con delicadeza buscando en lo posible un
círculo. Yo nunca he podido, me quedan gruesas de masa en las orillas, parecen
mastodontes.
Lily sí sabe hacerlas. Tiene escuela y las habilidades
necesarias. Una vez ahí yo solo le digo en un papel: 4 R, 2 FQ, 3 QL y ella me
entrega las humeantes pupusas que yo sirvo con la sonrisa que ya conocen. Somos
un magnifico equipo y eso me hace feliz.
Vengan por sus pupusas a Tamarindo, casa sustentable. También les tenemos las internacionalmente famosas Kangreburgers y unos nachitos con chili para chuparse los dedos. Como siempre el cafecito de las montañas del Ocotillo y la helada de tu preferencia. Vengan antes que se suelte a llover del todo. Bendiciones.
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