jueves, 27 de octubre de 2022

Tunasmil

Cultivar maíz es una herencia ancestral, un lujo que me doy en este tiempo que vivimos sometidos a nuestros aparatos de dominación. Es precisamente ahí, en tu celular, donde me estás leyendo ahora, al alcance de tus manos y a un solo clic, cuando ocurre el milagro de conectarnos. En tal situación, quiero compartir contigo estas líneas a través de la pantallita, te voy a hablar sobre la milpa, no la primera sino la segunda, el tunasmil.

En la destuzación

He estado comiendo tortillas hechas con el maíz que yo mismo cultivé. Cuántos allá afuera pueden darse este lujo. Fui protagonista durante todo el proceso y ahora finalmente puedo partir la tortilla humeante y acompañarla con cualquier “con qué”.

El maíz es alimento básico en la dieta salvadoreña. Un par de tortillas son infaltables en el almuerzo, el maíz es además el rey en los antojitos típicos.

Ya en otra ocasión les conté sobre la milpa, lo de hoy es pues una ampliación de aquello. Y es que normalmente se puede cultivar maíz dos veces durante el mismo invierno, o mejor dicho durante los seis meses de época lluviosa que se registran anualmente en el país. Cada periodo dura tres meses, el primero va de mayo a julio y el segundo de agosto a octubre.

Yo hacía milpa una sola vez, en el primer turno y me gustaba terminármela en elote para acabar ahí la hazaña. Vender los elotes y el zacate, evitar la dobla, la tapisca, destusar, desgranar, almacenar…

Sin embargo, desde el año pasado mi suegro se empeña es repetir todo el trabajo, “aunque sea un poquito”, para poder comer elotes también en octubre. Este año no logré vender elotes, así que además del tunasmil tengo harto maíz para comer y para las gallinas. Es mucho trabajo pero también mucha satisfacción.

Cupertino se llama el papá de mi esposa y tiene 81 años, cuando yo nací él tenía mi edad actual (40). Don Cuper se escapó de la casa de su padre cuando tenía 16 porque sintió que dejaba la vida haciendo la milpa.

“Éramos tres hermanos trabajando para él”, me cuenta. Al no ver un beneficio claro a cambio de su trabajo se enlistó en el ejército pero luego prefirió un laburo más calmo como celador de cárceles hasta que se jubiló hace más de 30 años.

Es un señor inquieto y platicador. Se levanta temprano y siempre está traveseando. Cuando le dije que hiciéramos milpa juntos sus ojos se encendieron como llamas. La idea lo emocionó a pesar de que eso significaba regresar a lo que había renegado en su juventud. Desde la primera vez le ofrezco compartir los beneficios por partes iguales, no como su padre, pero él se niega y dice que solo quiere ayudar.  

El año pasado y este hemos trabajado hombro a hombro para que la milpa dé sus frutos. Él insistió con hacer tunasmil, la milpa de entre agosto y octubre, yo a pesar de mi desgano no tengo más opción que apoyarlo.

También hemos logrado ayotes

Sembramos tarde en agosto y como no manejamos bien el veneno nuevamente la milpa se nos llenó de monte y tuvimos que deshierbar a pura cuma, acurrucados y con el cuidado de no botar las matas. Le invertimos $15 más en abono y la milpita estaba lista para florear hasta que llegó Julia. Nos ha entristecido mucho que la depresión tropical nos derribara la mitad del trabajo.

Con don Cuper insistimos que hay que ser muy cuerudos y tercos para hacer la milpa, suspiramos y caemos agotados, “cuesta comer elotes”, me dice.

El tunasmil tiene mayores riesgos que la primera cosecha a causa de las lluvias. Normalmente porque se escasea el agua que cae del cielo, pero esta vez ha sido diferente, las matas cayeron al suelo por la fuerza de la naturaleza.

Nada de eso desanima al agricultor, el próximo año volveremos hacer la primera, la segunda y hasta frijolera como hace mi mamá. Repito que esto es hereditario, mi abuela mandaba hacer milpas y a  primera hora de la mañana se le veía paseando entre los surcos. “Hay que ir a verlas para que estén bonitas”, repetía.

Hacer milpa es como hacer pupusas, cada quien la hace a su manera buscando siempre el mejor resultado. Yo realmente lo disfruto y me siento orgulloso y satisfecho al hacerlo. Sé que sigo aprendiendo desde el primer día y me alegra ahora mucho más porque con mi sudor sustento a mi familia. Y sí, así de romántica es mi realidad campesina.

Ojalá que la vida me conceda hacer más milpas con don Cuper, ojalá que él siga insistiendo en hacer también tunasmil.

martes, 13 de septiembre de 2022

Corinto

Hoy les quiero hablar sobre la evidencia humana más antigua que hay en El Salvador. Se conoce como Gruta del Espíritu Santo o cuevas de Corinto, es un sitio arqueológico que deberíamos conocer mejor por su importancia y belleza. Esta es mi forma de hacer patria en tu cumpleaños mi querido pulgarcito.


Foto de Alfredo Rivas

Hace 201 años El Salvador se declaró independiente de España, parece que fue hace mucho pero en realidad es poco si lo comparamos con los 2022 años que venimos contando desde Cristo. Y antes de ese señor ¿cómo era el mundo, cómo vivía la gente que lo habitaba?

Pues en estos reinos de pupusas hay evidencias de seres humanos que eran nómadas y vivían de la caza, dormían en los arboles durante el calor y en sus cuevas si el tiempo era frío.

Comían ojushtes y quizá también bailaban con extraterrestres. Bueno la verdad a ciencia cierta no la sabemos pero sí podemos imaginar cómo era su vida gracias a las pinturas que dejaron sobre la pared rocosa de su caverna ubicada en las montañas de Morazán.

El abrigo rocoso de la cueva tiene unos 15 metros de profundidad, la entrada es de más de 25 metros de ancho y del piso al techo hay unos 12 metros. Da la sensación de estar en una enorme concha acústica hecha de piedra blanca. 

En la amplitud de la gruta encontramos dibujos sobre todo con forma humana, algunos tomados de la mano y con cuernos o antenas que los hacen ver de una forma primitiva o inclusive de otro planeta. También se observan algunos animales, uno parecido a un avestruz, palmas de la mano y hasta un sol.

Al principio no se consigue ver mucho, pero bastan unos minutos para que la vista se acostumbre a la oscuridad de la cueva. Aparecen entonces diseños más nítidos y se descubren nuevas formas libres a la interpretación del visitante.

Son principalmente de color rojo oscuro, unos menos son de color café y tonos amarillentos. Se trata de pigmentos naturales provenientes de algún vegetal y/o mineral que debe haber tenido además un elemento grasiento que hiciera las veces de esmalte o pegamento.

La Gruta del Espíritu Santo fue declarada monumento nacional hace 50 años y es la principal muestra de arte gráfico rupestre existente en el país.

Las preguntas que más inquietan a los estudiosos de la cueva son ¿Qué propósitos tuvieron esas pinturas, cuándo fueron pintadas, qué edad tienen las evidencias humanas más antiguas encontradas en el territorio salvadoreño? 4500 años, más de 7000… El dato aún no ha sido sustentado y cada vez hay más personas colaborando para saberlo.

Es el arte que nos habla desde la prehistoria. Ojalá pronto podamos visitar esa caverna, por el momento permanece cerrada desde la cuarentena.

miércoles, 3 de agosto de 2022

Commedia

Acabo de regresar del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso de la mano de Dante Alighieri, un florentino de patria, no de costumbres, quien se imaginó ese trip hace poco más de 700 años.

Su obra, La Divina Comedia, es un poema que canta a la cristiandad, así que he estado bien católico los últimos dos meses leyendo sobre pecados, virtud y fe. Y bueno así como el poeta peregrino dio testimonio de su viaje, así quiero yo compartir en este blog las ideas que me dejó leer este clásico de la literatura universal. Pasen delante.

Dante Alighieri 1265 – 1321

En la escuela lo ponen a uno a leer este tipo de libros, quizá el programa de estudio lo exige o quizá yo tuve profesores ingenuos que pensaban que un cipote se podría interesar en leer lo que la Comedia expone.

No recuerdo si yo llegué a leerla, lo que ahora sé es que la trama me resulta excitante y cuando rescaté una atractiva edición de 1977 decidí guardarla entre mis libros pues estaba seguro que un buen día se me iba antojar conocer esa historia. 

Leer y escribir son dos de mis vicios buenos, en los libros puedo viajar y aprender en la comodidad de una hamaca. Como dijo un gran pensador inglés “la verdadera Universidad hoy día son los libros”. Me gusta prestar libros, pero soy quisquilloso y hasta tengo reglas para hacer un intercambio. Como dijo otro por ahí “solo vive el que sabe” ¡ah y yo quiero saber tanto!

Pues bien, hoy les comparto en este blog lo que he llegado a comprender sobre la aventura de Dante quien estaba en una selva oscura y de pronto se le ofrece un viaje nada más y nada menos que al Infierno, luego atravesar el Purgatorio hasta llegar al cielo donde no podía ver con claridad ¡porque había mucha luz!

Como siempre que hago este tipo de reseña sobre algún libro quiero adelantar que este post es apenas un acercamiento a la obra, no hay rigurosidad en los datos y más bien se trata de extractos del libro y las ideas y sentimientos que me ha despertado la lectura.

El protagonista es el mismo autor y representa humildemente a la humanidad; es decir, es a través de sus ojos y de su imaginación que vamos a ver los paisajes del mundo de los muertos, un lugar al que todos iremos, lo sabemos con seguridad.

Lo que no sabemos es dónde exactamente va nuestra alma al separarse del cuerpo. Para el autor eso depende de nuestros pecados, virtudes o de la misma fe que tengamos a la hora de morir, entendiendo que fe es la sustancia de las cosas que se esperan, y el argumento de las que no se ven.  

Infierno

En el Infierno y en el Purgatorio su guía es su colega poeta Virgilio. Dante le consulta sus dudas y pide su autorización para poder hablar con las almas que ahí padecen. Hay nueve círculos, como terrazas, que descienden como en cono hasta el centro del planeta.

En el primer círculo están los no bautizados, luego los condenados por lujuria, gula, avaricia, ira, pereza, herejía, violencia, fraude y traición. Las almas que ahí perecen piden lo mismo, que a su regreso al mundo de los vivos el poeta hable bien de ellos.

Parecida es la situación en el Purgatorio, donde las almas arrepentidas purifican sus pecados para ascender al cielo, ahí la petición es que se recen oraciones para su ascensión definitiva al Paraíso. 

Cuando finalmente Dante llega al cielo encuentra a Beatriz, el personaje que más me cautivó. Fue ella quien dispuso que Dante viviera semejante viaje. En la vida real Dante vivió enamorado de Beatrice Portinari de quien también se dice inspiró al autor de todo este cuento.

Allá en el cielo el poeta es recibido por San Pedro, encuentra a la Virgen, la Santísima Trinidad, la Rosa Mística y todos los demás ajuares del imaginario católico. Hay mucha luz en el lugar y el poeta advierte que le es difícil describir lo que vio. Tras ser iluminado, Dante abre su entendimiento y comprende el misterio del amor divino. 

Beatrice Portinari falleció en 1290

Si lo de Beatriz es cierto, Dante es el hombre que por amor hizo el viaje al mundo de los muertos para, a través de la imaginación, volver a ver a su amada.       

Durante di Alighiero degli Alighieri, su nombre real y completo, murió de malaria a los 56 años. Fue político y padeció el exilio acusado de oposición al Papa cuando en concreto lo que defendía era la separación de la Iglesia con el Estado.

Hace apenas un año la OMS declaró a El Salvador como primer país de Centroamérica libre de malaria. ¡El mismo zancudo que mató a Dante me está persiguiendo ahora mismo! Es increíble como las ideas y las enfermedades prevalecen en el tiempo. 

Hasta aquí mi reporte y mi esfuerzo mental por hoy. Sigan leyendo estos post en vivo y en directo. Sigamos con este vínculo que nos permite leer y escribir. 

jueves, 7 de julio de 2022

Cuarenta

Cumplir años es ponerse viejo, es un hecho que no se puede negar. Este cuerpo, vehículo prestado para transitar en el mundo, se va poniendo frágil, así como cuando llegó. El tiempo vivido es lo único que somos y lo único que queda, lo bailado como dicen.

Disfrutando un sopón de gallina donde las "My friends"

Así que hoy me pongo sentimental para compartir algunos recuerdos, así como hace 10 años, y reflexionar un poco sobre estos cuarenta años vividos. Un post para celebrar a don Guayo en su fiesta patronal.

Una fiesta en la que me gusta pasar de incognito, al menos en redes sociales. En Facebook hace ratos eliminé la fecha de mi cumpleaños porque no me gusta responder a felicitaciones autómatas. Por otro lado, sí que agradezco los saludos de quienes recuerdan la fecha y me saludan con sinceridad y confianza.

En el día de mi cumpleaños me gustan los abrazos, el pastel de chocolate o el cheese cake, que me celebren de manera espontánea, tener el día a disposición para lo que se venga. No me gusta tener compromisos laborales ni sociales y por si al caso celebro todo junio con la excusa de mi aniversario, chis.

En el 2012 me lamentaba por no poder celebrar my birthday  en la casita de adobes. Tamarindo, casa sustentable existía solo en mi cabeza, era una idea, un proyecto que nacía y que ahora es una realidad.

Aquellos fueron tiempos de camping y fogatas, días de fuerza física, sudor y callos en las manos. Esta casa donde hoy escribo no se hubiera podido levantar sin la ayuda invaluable del maestro Mercedes y del fiel trabajador Amilcar.

Ahora es una realidad tener el escritorio frente a las ventanas donde lo imaginaba y poder dedicar unos minutos para escaparme al mágico mundo de la escritura.   

Ha llovido cantidad en estos últimos 10 años. Confié en mi instinto, me dejé llevar por el viento et voilá me convertí en un hombre de familia, me fui a la cama con una y me desperté con tres. Me hice papá y padrastro en la misma jugada.


Bautizo, Guacotecti, 03 - julio - 2022. 

Yo era un hombre aislado que adoraba vivir como siguanabo en el silencioso potrero. Ahora hay ruido en la casa, hay comida, desorden y felicidad. Es ahora que escribo únicamente cuando hay silencio, cuando mi esposa y mis hijas no están o ya están en vueltas de dormir.

La Eli es un libro que comencé a escribir el año pasado y que cada día se va poniendo más bonito. Un libro que ustedes conocerán y juzgarán con el tiempo. Yo voy como siempre, despacito y con buena letra.

Feliz cumpleaños para mí, estoy listo para otros cuarenta. Salud.

domingo, 5 de junio de 2022

Lívingston

Este blog mochilero te lleva nuevamente a las costas del mar Caribe, ahora un poco más al norte centroaméricano hasta Lívingston donde vive mi tío Adolfo en medio de la selva tropical, en el lugar más húmedo y lluvioso de Guatemala. Este artículo brinda alguna información necesaria si vas a este destino turístico lleno de cultura y belleza natural.


Playa de Quehueche


Bueno para comenzar explicar cómo se puede ir desde El Salvador. Si es desde Sensunte por ejemplo lo mejor es salir a la Longitudinal hasta Metapán, por Anguiatú. Desde San Salvador quizá sea mejor salir por carretera a Santa Ana hasta Candelaria de la frontera vía San Cristóbal.

Pude pasar sin problemas a Guatemala con permiso para 30 días únicamente con mi DUI y mi carnet de vacunación covid19.

Con vehículo propio o rentado no se necesita más que su documento en regla. Desde Sivar también hay buses que van hasta Petén y te pueden dejar en un desvío conocido como La Ruidosa. Luego habría que tomar un autobús hasta Barrios que está a unos 40 minutos.

Volviendo al carro, una vez en Guate se busca una carretera que le dicen del Atlántico, esa te lleva recto hasta Puerto Barrios, capital del departamento de Izabal. Se trata de una carretera llena de furgones que se dirigen al principal puerto de la costa atlántica guatemalteca así que mucho cuidado con ellos.

En Barrios se deja el carro en algún parqueo privado porque a partir de ahí el camino es vía marítima.

En el muelle municipal se disponen las lanchas que sirven de transporte público y que diariamente trasportan pasajeros a destinos como Lívingston, por $5 y en 35 minutos, o incluso Punta Gorda, en Belice, por $50 y en poco más de una hora.


Localización de Lívingston en Izabal

Una vez en las estrechas calles de Lívingston te tienes que mover a pie, en bicicleta o moto; es conveniente además tener el número de un mototaxi, ellos te llevan a donde quieras por apenas dos coras y con la adrenalina de siempre.

Lívingston con una población de más de 80 mil habitantes, la mayoría de ellos de etnia garífuna, es un pueblo caribeño con tintes chapines donde deambulan turistas europeos.

Mi tío, después de vivir mucho tiempo en Belice trabajando como pescador de langostas, se instaló en Lívingston hace unos 20 años y ahora es el síndico de la municipalidad. Ya no bucea para vivir, se dedica a la ganadería una de las principales actividades productivas del municipio, los morenitos le llaman “Lechero”.


Mi tío es un agricultor curioso y amante de las plantas exóticas


En cuanto a la playa, pues bueno yo vengo de estar en Bequia y no hay otro Caribe que me sorprenda más. En Lívingston el mar es calmo y la arena clara. El agua tiene un tono marrón debido quizá a las constantes lluvias de la zona, pero es tibia y agradable.

Conocí y recomiendo “Siete altares” unas pozas de refrescante agua que desemboca en el mar. Hay que ir en lancha o caminar por la playa unos 30 minutos, al llegar el Carnal les vacunará con tres dólares por entrar a su propiedad.

“Ustedes entran gratis raza”, nos dijo el host, beneficios de andar con el tío, quien también nos llevó a comer muy rico al restaurante El Viajero y a una emocionante tarde de tirolesa en el ecoparque Temanit maya.

Ya fui dos veces a Lívingston y volveré a ir cuando pueda porque me encanta el viaje y el destino, mucho más cuando el tío Adolfo, su esposa Nineth, y sus hijas Kelly y Kenia me hacen sentir en casa.

Si leíste hasta aquí has ganado un vasito con atol chuco que puedes reclamar cuando me veas en las calles de Sensunte. Salú.

domingo, 15 de mayo de 2022

Alharaca

El pasado cinco de mayo se publicó en Alharaca un artículo sobre Tamarindo, casa sustentable. De la pluma de mi amiga Lauri García Dueñas pueden conocer mi casa - negocio, la descripción retrata este sueño hecho realidad que ahora me permito reproducir en este blog. El mes pasado les quedé debiendo el post mensual, espero no vuelva a pasar. Bienvenides otra vez.

Junto a mi esposa Lili


Tamarindo: Una casa sustentable en Guacotecti

 

Lauri García Dueñas


Eduardo Portillo, de 40 años, construyó su casa utópica en un paraje lejano de Guacotecti, Cabañas, El Salvador. “Tamarindo: casa sustentable” está rodeada de una cerca natural, con un baño seco, adobe sismoresistente, techo vivo, bosque comestible, huerto, milpa, salón de yoga, siete gallinas y un gallo.

Hace once años, Guayo se paró en la entrada del terreno que heredó de su padre y tomó una decisión que marcaría su vida y la de su familia. «Ya no quiero ser empleado», se dijo, a pesar de que estudió en una de las mejores universidades privadas de la capital y tenía un buen trabajo. ¿La razón? Se sentía lejos de su familia y de su origen en Guacotecti, Cabañas, El Salvador. 

Dicho y hecho, agarró sus tiliches (bártulos), se fue de mochilero y llegó hasta Cartagena de Indias, Colombia. Trabajó de chofer en San Vicente y las Granadinas y cumplió su sueño de conocer Brasil. Viajó durante tres meses y regresó a construir su hogar, el que en ese momento sólo estaba concebido en su mente. 

Ahora, en su casa sustentable en Guacotecti, nos recibe emocionado. Entre la minimalista decoración del lugar, una bandera brasileña sirve de recuerdo de su viaje iniciático.

«Esto es lo que he construido», subraya, y no es cosa menor. En El Salvador el acceso a la vivienda es un problema social y comprar una casa te puede costar no menos de 50,000 dólares. Guayo y un albañil con 22 años de experiencia construyeron ⎯basándose en un libro y en una capacitación, y por unos 4,000 dólares⎯una casa amplia, fresca, agradable y amigable con el medioambiente, que ahora se ha convertido en un hostal y lugar para eventos, entre otras cosas.

La familia ha crecido y ahora está conformada por su esposa, Lily Méndez, trabajadora social; Arleny (12 años) y Eli Sofía (4 meses). Un amigo en común los presentó y su intuición no le falló. Guayo y Lily están recién casados y Eli Sofía hace poco vino al mundo. 

De la mano de su esposa, amplió la visión para Tamarindo. «Yo no me hubiera animado a vender comida sin Lily», explica Guayo, mientras prepara unas hamburguesas de campeonato, y ella, unas deliciosas pupusas de ayote. La casa abrió sus puertas al público en 2016, pero ahora él ya no está solo. Su menú es apto para omnívoros y vegetarianos. 

La casa pasó de ser un centro vivencial de permacultura, tecnologías apropiadas, a un hostal, vivero, café, restaurante, lugar de eventos. Su principal objetivo es que las y los visitantes se lleven una experiencia para su propia vida cotidiana, según las palabras del fundador. 

Eduardo está recibiendo voluntarios nacionales e internacionales para mejorar Tamarindo. Siempre hay mucho que hacer, desde la madrugada, para mantener la casa viva, literalmente. La conversación con los visitantes pasa, entre otras cosas, por enseñarles a separar la basura y por instruirlos, mediante rótulos escritos e instrucciones verbales, sobre cómo funciona un baño seco. 

Al principio, uno puede tener vértigo de tirar el aserrín donde no debe pero, gracias al anfitrión, se termina por aprender. 

Toda utopía es dúctil y aunque el proyecto inició con el uso de paneles solares y agua recogida mediante la lluvia en una pileta, ahora posee electricidad y un baño con agua potable, debido a la llegada de las tres nuevas habitantes. Eduardo no lo lamenta, al contrario, sabe que cuando una utopía pasa de ser un sueño personal a uno familiar o colectivo, hay que adaptarse.

viernes, 25 de marzo de 2022

Pupusas

Hablemos de pupusas. Me puse a pensar en lo que podríamos llamar: el diario de una pupusera; o hablar sobre la elaboración y los ingredientes. La técnica tal vez. Me parece importante porque es un patrimonio que nos pertenece; si algo nos caracteriza como salvadoreños es nuestro plato nacional. El post de estos calurosos días de marzo. Bienvenides otra vez.

Les esperamos viernes, sábado y domingo

Estamos haciendo pupusas para vender y ya a este level nos gustaría ofrecer la mejor pupusa que podamos hacer en base a nuestra experiencia y paladar. Nos hemos adaptado a los precios del mercado y hemos logrado elaborar con calidad y frescura de ingredientes un resultado que nos satisface.

Veamos los ingredientes, primero el queso, hay que ponerle quesillo y luego se le raya queso duro, el de su preferencia, igual la cantidad, al gusto. Si le van a poner loroco o ayote tiene que ser fresco, excelente si es rayado o picado al momento. Se mescla todo y se hace algo como una pechuguita de queso.

Aquí en la casa la especialidad son las pupusas hechas con harina de arroz, pero también las hay de maíz si es el gusto del cliente. Aclaro que no son las de maíz original, es decir el maíz que se pone a coser y luego se lleva al molino. Evitamos ese trabajo porque nos es más fácil comprar la harina. Así que si su gusto es exigente no podemos más que comprender.

Seguimos con el chicharrón que solo lo puede procesar el molendero de tu vecindario. Al molerlo le puedes poner unos trozos de tomate, cebolla, chile verde, e incluso un par de panes o papas cosidas eso también cuenta para lograr el sabor y textura que buscamos, pero no debes abusar de los ingredientes.

Mi favorita es de Chicharrón con queso

El curtido y la salsa también son de vital importancia. Desde el corte del repollo, la selección de los ingredientes y condimentos propios de esa “ensaladita” que dicen los extranjeros; el tipo de cocción que tiene o no. Hay quien le gusta el curtido fresco y otros que lo prefieren más curtido (podrido). A la salsa hay que ponerle suficiente ajo, unas hojas de albahaca fresca, un poco de chile y cebolla, sal y pimienta al gusto. Un poco de zanahoria, solo para espesar un poco.

Los frijoles los cosemos en hoya de presión. Les ponemos ajo, cebolla y cúrcuma. También es trabajo del molendero conseguir la textura de este vital ingrediente de las auténticas pupusas salvadoreñas. El frijol y  el chicharrón se enduran en una cacerola con un poco de aceite, seguimos buscando textura para dejar todo listo y empezar a echar pupusas en la plancha.

Una vez frente a la plancha caliente hay que mover las manitas con harta habilidad para envolver con la masa todos los ingredientes que el cliente exige. Es como hacer un huequito, poner los ingredientes adentro, cerrarlo y luego aplastarlo con delicadeza buscando en lo posible un círculo. Yo nunca he podido, me quedan gruesas de masa en las orillas, parecen mastodontes.

Lily sí sabe hacerlas. Tiene escuela y las habilidades necesarias. Una vez ahí yo solo le digo en un papel: 4 R, 2 FQ, 3 QL y ella me entrega las humeantes pupusas que yo sirvo con la sonrisa que ya conocen. Somos un magnifico equipo y eso me hace feliz.

Vengan por sus pupusas a Tamarindo, casa sustentable. También les tenemos las internacionalmente famosas Kangreburgers y unos nachitos con chili para chuparse los dedos. Como siempre el cafecito de las montañas del Ocotillo y la helada de tu preferencia. Vengan antes que se suelte a llover del todo. Bendiciones.

martes, 22 de febrero de 2022

Amistad

Hace la mitad de mi vida hacía esta misma reflexión sobre los amigos y los legados que nos dan y nos dejan. Decía que todos se van y me daba tristeza, ganas de chillar porque no sabía hasta cuándo volvería a ver aquellas personas.

Aquellos a quienes dediqué el post continúan fuera. Crecimos juntos y llegamos a querernos mucho, nos llamábamos amigos. Pero de pronto algo ocurría y se tenían que ir. Debían elegir una vida en el extranjero mientras yo me he ido quedando y enraizando en el pulgarcito.

Este mes también me ha tocado vivir aquel mismo vacío y me dan ganas de escribir mi post de febrero sobre ese sentimiento tan etéreo y abrazador como es la amistad.

Nos volveremos a encontrar viejo de la montaña

Sin embargo, la inspiración no ha llegado y escribo más por la disciplina de hacerlo mensualmente.

Quiero escribir una historia de “largo aliento” pero la verdad es que aún no cuaja y no puedo más que esperar. Mientras eso ocurre leo lo mejor que se pone en frente.  

Solo quiero decir entonces que tener amigos vale igual o más que el dinero. Tener amigos te saca de apuros con facilidad y elegancia. Son tus amigos y la cercanía que tengas con ellos quienes determinan de alguna manera el andar de tu vida.

Este mes no es solo de amistad, es también de amor y yo estoy descubriendo un nuevo tipo de amor, el amor de padre que siento hacia mi querida Eli, de quien en algún momento les hablaré más adelante.

Feliz mes a todos, a mis amores y amigos, a mis cheros y conocidos. A quien se atreva  a leer estas letras vagas, feliz mes.

viernes, 21 de enero de 2022

Guacotecti

Resido en Guaco y aun no le dedicaba un post. Hoy celebra sus fiestas patronales y pensé oportuno festejar con alguna información. Agarré la cámara y me fui a platicar de santos con el padre de la villa. No son datos concluyentes sino acercamientos a lo que sucede en este pueblito que llamo casa.

Cristo Negro encontrado por el señor Salomé

El recuerdo más vívido que tengo de las fiestas de Guaco fue una vez que la música sonaba tan fuerte que hizo deslizar las tejas. La vibración del sonido de aquella poderosa discomóvil le dañó seriamente el tejado a la casa de esquina. Anoche parece que paso lo mismo, hoy un empleado municipal recogía los escombros de otro puño de tejas en pleno centro de Guaco. Lo de pleno centro es una ironía porque el poblado es tan pequeño que prácticamente es eso, cuatro calles y un parque. No extraña que cada vez haya menos casas con tejas artesanales, se prevé que la música siga sonando fuerte.

Guacotecti: Sumo sacerdote de los tesoros en náhuatl

Hace diez años se decía que eran  tres mil habitantes en este municipio, uno de los más pequeños de Cabañas. Muchos hemos migrado a Guaco desde entonces y sin miedo a equivocarme cálculo que al día de hoy somos el doble o más de esa cantidad los que residimos en el pueblo de los dulces de rosario.

Lo constaté hace apenas un año cuando anduve en política y descubrí que el gentilicio de Guacotecti es “guacos” y “guacas”. En esas vueltas también fui más allá de San Fidel y la Antena, visité Zacamil, El Dormilón, Cacahuatal, el Portillito... Desde este último lugar va a salir esta tarde la procesión hacía la parroquia del Señor de las Misericordias.

Iglesia de Guaco es de inicio del siglo XVIII

La devoción católica en Guacotecti está muy arraigada en sus habitantes y visitantes. Desde que yo era un niño recuerdo las aglomeraciones de gente en la plaza, todos queriendo participar de esa fiesta en honor a un santo misericordioso que sin duda intercede por quien lo necesita.

La imagen más preciada de la parroquia es un cristo negro tallado en madera. Se dice que la reliquia fue encontrada por un hacendado de la zona llamado Salomé. Es por tanto que a veces hay confusión a la hora de saber cuál es el patrono del pueblo. Será el Cristo Negro, el señor Salomé, el señor de las Misericordias o incluso el señor de Esquipulas, que celebra su fiesta el 14 y 15 de enero... por otro lado en el santoral hoy es el día de Santa Inés.

Hablé sobre el tema con el padre Octavio Mejía quien recién asumió como párroco el pasado 12 de septiembre. “Sobre el tema no hay nada oficial o por escrito se trata más bien de tradición oral. A quien se celebra las fiestas es a Dios y a Cristo que murió en la cruz, es Cristo misericordioso quien concede”, destacó el clérigo originario de Ilobasco y de 43 años.

Padre Octavio Mejía párroco de Guacotecti

El padre Octavio llego a Guaco un mes después del deceso del padre Juan Francisco Cubias, conocido como padre Paco. Manifestó que su nombramiento no fue sorpresivo sino más bien anunciado. “Aquí ya había sido seminarista y vicario. El padre Paco hizo dos peticiones a monseñor para indicarme como párroco de Guacotecti”, manifestó.   

Hoy el padre Octavio recibía a los fieles que llegaban a pedir favores y ofrecer promesas. También se preparaba para las actividades de la víspera y aun así me concedió unos minutos. A las 6:00 p. m. sale la procesión que será recibida con música por parte del ministerio Kerigma de Ilobasco, a continuación la misa y alborada.   

Felices fiestas Guaco, y que el señor de las Misericordias nos bendiga a todos.