Al extremo Este del departamento de Chalatenango se eleva el
cerro Iramón. Siempre que atravieso la frontera entre Cabañas y Chalate me quedo
boquiabierto admirándolo. Tuve el gusto de dormir en su cumbre hace unos días.
Por si alguien quiere ir aquí les digo cómo. Es un paseo que recomiendo y me
ofrezco de guía para los interesados.
Buenos días señor Sol, 28 – 11- 2018 |
San José Potrerillos es un cantón pujante. Sus callecitas
están pavimentadas y sus casas tienen ese aire de haber sido construidas con
fondos y gustos de hermanos salvadoreños que residen en el exterior,
principalmente en los Estados Unidos.
Es un cantón del municipio Nombre de Jesús y aunque existen
otras rutas para subir al cerro, este es el acceso más común. La gente de
Potrerillos me pareció simpática y acostumbrada a hablar con otra gente,
también simpática, que tiene ganas de conquistar esta cumbre.
El acceso para llegar a este poblado es a través de la
carretera Longitudinal del Norte, a la altura de la presa 5 de noviembre. Por cierto,
ahí está también el puente más alto de El Salvador con sus míseros 27 metros.
Una vez en Potrerillos cualquiera le indica a uno por donde
ir para comenzar la caminata. No hay ninguna señalización por lo que es
esencial el contacto con los lugareños.
El Iramón mide 957 msnm. Foto de Anael Mejía |
Comenzamos a caminar cerca de las 3:00 de la tarde. Atravesamos primero por un rio seco, luego potreros y partes boscosas. En el camino hay apenas un oasis de agua que baja del cerro y donde recomiendo abastecerse.
Subíamos animados cuando nos encontramos a una señora que acarreaba broza de frijol, ella misma era quien les había dado sal a las vacas que habíamos visto pastar.
Apenas encontramos tres casas en el camino, las primeras dos abandonadas y una tercera más en la cumbre, extrañamente habitada, después de eso solo queda el potrero. Digo extraño porque en realidad está muy aislada, pero parece gente bien, me gustó porque han cultivado bananos y han sembrado mucho cacao.
Parecía que nunca llegábamos y nos agarró la noche. Estaba oscuro cuando llegamos a la cima, pero afortunadamente encontramos la zona de acampado. Recomiendo comenzar a subir por lo menos a la 1:00 de la tarde para llegar arriba antes de las 5:00.
No hay mucho espacio en esta zona y hay talpetate a pocos centímetros de la tierra. Lo sé porque me fue difícil clavar las estacas de la tienda. Sin embargo, sí había restos de una hornía de piedras que tenía ceniza y algunos maderos a medio quemar.
Las luces de los poblados ganaron intensidad. Bajo nuestros pies veíamos los focos de Potrerillos, Nombre de Jesús y San Antonio de la Cruz. Al fondo alcanzamos a ver principalmente parte de San Salvador, Cojute, Ilobasco y Sensunte.
Cenamos y reímos frente a una fogata y bajo un cielo estrellado.
Día 2
Embalse 5 de noviembre y al fondo el Chinchontepec |
La mañana siguiente el visual era aún más fabuloso. Era como
ser un ave y estar sobre el árbol más alto con disposición a volar. Vimos con
claridad el volcán Chinchontepec y los volcanes de San Salvador, Izalco y Santa Ana.
La vista al frente era el rio Sumpul que se asoma al embalse
y el rio Lempa que continúa su paso al oriente de El Salvador donde sirve de
frontera natural con Honduras, en el departamento de Cabañas.
Desayunamos e iniciamos el descenso. Tomamos un refrescante baño en el
oasis y aterrizamos nuevamente en Potrerillos. Regresamos a eso de la 1:00 de la tarde a Ilobasco, desde donde salimos el día
anterior con David, Anael y Nicki.
Quitando un par de garrapatas que se me pegaron y una llanta
pinchada el viaje al Iramón fue estupendo. Lo he googliado y fue muy poca la
información que encontré así que aquí se los dejo como el último post del 2018.
En Internet encontré que también le dicen Eramón y que ese
nombre significa sierra de los conejos, y sí hay mucho de ese zacate que le
dicen “de conejo” y que sirve para hacer los techos de las casitas que se ponen en
el nacido durante esta época navideña.
También leí que el poblado llamado Arcatao, ubicado a unos
10 kilómetros al norte de Potrerillos, se fundó en la cima del Iramón, que esos
ancestros se llamaban Aguacao y que en el lugar hay restos arqueológicos como
dos terrazas superpuestas de 250 y 100 metros de base.